Van Gogh, dicen , cuentan, aseguran del pintor y gran impresionista holandés, Vincent Van Gogh, conocido mundialmente en el transcurso de su vida, que su economía dependió en gran medida de su hermano Theo, cuatro años menor, ya que tan sólo vendió Vincent Van Gogh, un cuadro llamado “Los viñedos rojos” que le fue comprado por una amiga de su cuñada, esposa de Theo con la cual no se llevaba especialmente bien pues a ella le molestaba sobremanera la dependencia que tenia el pintor de su hermano, ¡como iba a saber o presentir que la caprichosa vida la convertiría en riquísima heredera de la obra de Van Gogh!
Ya que este dejó heredero universal a su hermano de numerosas obras en las que se contaban: novecientos cuadros y mil seiscientos dibujos y las más de mil seiscientas cartas que los hermanos se escribieron.
Tan sólo sobrevivió seis meses Theo a su hermano, Vincent Van Gogh.
Hoy descansan del mundanal ruido uno junto al otro en un cementerio francés y la cuñadísima del pintor, después de unos años expuso en París setenta y dos obras, ¡y fue tal el éxito! que hoy podemos contemplar sus cuadros en los mejores museos del mundo, ¡personalmente me parecen geniales¡ “La casa amarilla” y “La habitación” y otros del tiempo que estuvo Van Gogh viviendo en Arles.
Fueron notorias las diferencias con ese otro gran genio Gauguin, las cuales le llevaron a mutilarse Van Gogh el lóbulo de la oreja izquierda, tal vez en “esa otra vida” compitan también con su paleta de colores.